Así comenzamos las mañanas en Santuario Gaia, viendo las caras de felicidad de Miguelito y Liam al disfrutar de su rico desayuno. La verdad es que nos ha sorprendido mucho lo rápido que esta pareja ha congeniado. Aunque los dos son unos bebés, no dejan de ser cerdos y a veces les cuesta un poco establecer las jerarquías. Pero como Liam es tan bueno, no ha costado mucho y el que parece que está tomando las riendas de la relación es Miguelito.
Es todo un espectáculo verles comer, los ruiditos que hacen y como Miguelito le roba la comida a Liam, ¡incluso de la boca!
Liam nació con un problema en sus piernas, llamado Splay leg, que hacía que no pudiera juntarlas. Para corregirlo en las granjas lo que hacen es atar las dos extremidades, en este caso lo hicieron con cinta aislante, y así mantenerlas juntas. Lo que ocurrió es que debido al poco cuidado y la poca importancia que les dan a los cerditos, la cinta se incrustó en la carne, provocando una infección y una posterior necrosis del pie. Como ya no servía para engordar lo quería matar de un golpe en la misma granja, por suerte una de las empleadas se apiadó de él y lo rescató. Llegada de Liam:
A Miguelito lo encontraron con pocos días de vida vagando solo por el monte. Estaba deshidratado, lleno de heridas y con parte de la cola colgando. Estuvo ingresado en un veterinario hasta que se recuperó y pudimos ir a buscarlo. Parece que tiene algún tipo de disfuncionalidad cognitiva, ya que no se comporta como un cerdito normal. Pero desde que llegó al Santuario, ha experimentado una mejoría increíble. Aquí uno de los más bonitos de Miguelito cuando llegó.
Los dos iban a morir en un matadero, pero gracias a que el destino puso a buenas personas en su camino, ahora tienen la vida que se merecen y vivirán felices toda su vida.