Si el otro día comentábamos la amistad de Miguelito con Amalia, hoy toca hablar de la amistad de Miguelito con Borges. Desde hace unos días Borges vive con el resto de bebés. Hemos intentado que pudiera estar con su familia caprina, pero se quedaba muy solo y no acababa de integrarse. Así que lo hemos llevado al espacio donde viven los más pequeños del Santuario y, ¿sabéis con quién ha hecho más buenas migas?, ¡con Miguelito!
Si es que es un amor de cerdito, se lleva muy bien con todo el mundo y los demás siempre quieren estar a su lado. Ha cambiado mucho desde que llegó, ahora es muy sociable y cariñoso. Nos extrañaba mucho que no le gustará que le rascasen la barriga, algo que les encanta a todos los cerdos desde pequeñitos, pero ahora ha descubierto que es un placer y lo tenemos que hacer a todas horas. Se nota que Borges está muy feliz, a pesar de ser ciego. Cada día lo vemos saltar y correr, como cualquier otro cabrito de su edad, y ya comienza a jugar y a dar cabezazos…sobretodo con Miguelito.
I am