Eduardo llegó al Santuario en mayo de 2016 desde Galicia, porque había sido abandonado dentro de una nave junto a otras 9 vacas más. La primera imagen de este vídeo de su rescate, es de Eduardo, cubierto de heces y atado por la cabeza, con riesgo de muerte. Y ahora mirad que vida tan maravillosa tiene y como le ha cambiado la mirada.