Aida nació gemela, y su hermano por nacer macho, iba a ser enviado al matadero a la semana, como ocurre con todos los terneros. Él no fue enviado porque a los dos días de haber nacido murió por diarreas. Ella también iba a ser enviada al matadero porque las terneras que nacen gemelas, tienen muchas posibilidades de de que sean estériles, así que no se arriesgan y evitan de esa manera perder el tiempo.
Aida no fue enviada al matadero porque el Santuario Gaia la rescatamos. Era la que más débil estaba y casi no podía mantenerse en pie. Pero hemos estado luchando para sacarla adelante. Todo nuestro amor y atenciones en estos días han sido para ti. Hemos querido que supieras que no estabas sola, hasta hemos dormido contigo, para que te sintieras protegida.
Hace dos días comenzaste a dar signos de mejoría nos hiciste muy felices, pero ayer a las 13h en tu segunda toma, ya estabas muy débil. Coque, veterinario y uno de los fundadores del santuario, no se apartó de tu lado en ningún momento, poniendo suero intravenoso, la medicación necesaria y todo el cariño que necesitabas. Haciendo todo lo posible por salvarte, pero a las 4 de la mañana te has ido en sus brazos.
Somos conscientes que la mayoría de los animales que llegáis la Santuario venís en mal estado, pero nunca perdemos la esperanza. Estamos muy tristes, y no entendemos por qué la humanidad os hace esto.
¿Cuántos más tenéis que seguir muriendo cada día hasta que los humanos decidan hacer algo? Algo tan simple como dejar de consumir lácteos y derivados…
Aida. Te queremos.