Natalia es una pata que no puede caminar. Tiene atrofia en sus extremidades debido a que pasó creció dentro una jaula muy pequeña y fue mal alimentada. Fue comprada cuando era un patito para que fuese el juguete de unos niños.
Como ella no puede caminar, nosotros somos sus piernas. Cuando Natalia quiere comer, beber o bañarse en la charca, nos avisa y sabemos perfectamente lo que quiere. Cuando convives con ellos, hay una unión que es difícil de explicar.
En la fotografía vemos a Gloria, una de las voluntarias que vive en el Santuario, con Natalia después de haberla ayudado a comer.“¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
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