A veces las imágenes hablan por si solas, como en este caso. Aquí vemos el amor y ternura de una madre hacía su hija. No hay mucha diferencia con la relación que podemos tener los humanos con nuestros hijos. Hay un vínculo muy fuerte que permanecerá toda la vida. Ellas han tenido la suerte de llegar a un Santuario, pero la realidad es otra bien distinta. En las granjas separan los hijos de sus madres al poco de nacer, para ser cebados y más tarde enviarlos al matadero.
Uma y Nayara siempre estarán juntas y nadie les hará daño nunca. Aquí podéis ver el vídeo de su llegada, junto a Ramona y Araitz.