Nos hemos reído mucho llevando a Nieves donde estaban los demás habitantes del Santuario porque ella era la que marcaba el paso. Cuando ha llegado todos se han quedado sorprendidos al verla, y lo más gracioso es que Maya cuando ha visto que era Nieves la que había llegado, ha pasado de ella y se ha puesto a comer. Es que no hay diferencia entre ellos y nosotros, cuando alguien no te cae bien es lo que tiene.