Ayer recibimos una llamada contándonos que se habían encontrado este corderito en el campo. Aún tenía restos de placenta, por lo que seguramente acababa de nacer. No había rastro de su madre ni del rebaño, así que lo cogieron y llamaron a Ciara, de la protectora Associació Engrescats de les Terres de l’Ebre. Ya le han dado calostro, tan importante para que pueda sobrevivir, y realizado las curas del cordón umbilical.
Esta tarde iremos a por él. Le hemos bautizado como Adriel
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