Núria es la mamá de Mercé, y ellas siguen teniendo ese vínculo que permanece de por vida, el de una madre y su hija.
En las granjas las hembras son sometidas continuamente, siendo inseminadas artificialmente (violadas); para que den a luz y así producir leche. Sus hijos les son arrebatados y serán enviados al matadero para carne.
Mercè ha tenido una infancia muy feliz porque llegó cuando tenía tan solo un mes de vida, y se ha podido criar junto a su madre y en libertad. Ellas dos fueron rescatadas junto a otras vacas y terneros de una nave de Galicia, donde habían sido abandonadas.