Ayer, Mon que vive con nosotros en el Santuario, al ir a dar las cenas, vio que había dos bebés, fue tan emocionante el encontrarse con esta sorpresa, que después de avisarnos se puso a llorar. Y es que la vida en el Santuario es muy dura, pero luego tenemos estos momentos que nos llenan el alma y que todos vivimos con una intensidad tan grande y con tanto amor, que se nos escucha por todo el valle emocionados.
Ofelia es una de las 13 cabras que llegaron a Fundación Santuario Gaia del decomiso de Lliçà d’Amunt, con una historia de maltrato y supervivencia terrible.
Es la primera vez en su vida que podrá vivir su maternidad sin miedo a que le arrebaten a sus hijos, y con la tranquilidad de que su leche será para alimentar a sus bebés, por lo que no será explotada en el Santuario. Ya veréis, con el paso de los años, como ella estará siempre junto a sus dos hijos, como ocurre con otras cabras y ovejas que llegaron embarazadas y que han dado a luz durante estos años en el Santuario.
Bienvenidos Donato y Leandro a la familia Gaia, donde nunca vais a conocer el sufrimiento, el maltrato ni la explotación. Vuestro destino en una granja al nacer machos habría sido el matadero, pero en el Santuario estaréis siempre protegidos y a salvo.