Desde hace unos días Olga y Jordi pasan el día junto al resto de animales del Santuario y no paran de jugar y saltar.
Jordi llegó a Santuario Gaia con pocos días de vida. Fue encontrado en Mallorca llorando alrededor de su madre muerta. Él estaba ciego y había perdido los párpados por culpa de una enfermedad que tenía, pero conseguimos recuperar la visión de uno de sus ojos.
Olga fue abandonada nada más nacer. Tanto ella como Jordi perdieron a sus madres, pero encontraron una gran familia que les quiere, y un lugar donde son completamente felices.
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