Después de un día duro, en el que no pudimos hacer nada por la oveja que íbamos a acoger, es gratificante ver imágenes como esta. Oriol, Wall.e y Chunga, los tres en perfecta armonía. A los tres les gustan las comodidades y no dudan en descansar encima del sofá, que está más blandito. Este comportamiento no nos parece nada extraño en los perros, ya que muchos convivimos con ellos, pero si que a mucha gente le puede chocar que lo haga un cordero. Pues realmente no son tan diferentes y todos quieren sentirse a gusto y bien. Los que hacemos la diferencia, somos nosotros. Mientras cuidamos a unos, nos comemos a otros. Es algo para reflexionar y activar nuestra empatia.