¿Se puede ser más tierno que Oriol? ¡Nooo! Aunque ya sabíamos que es muy adorable, cada día nos sorprende lo cariñoso que es y lo mucho que confía en nosotros. Ver como se queda dormido de manera tan plácida cuando le hacemos caricias, no tiene precio ❤ De no haber llegado al Santuario, su vida hubiera sido muy distinta y seguramente ya estaría muerto. A su edad es cuando se suelen enviar los corderos al matadero para luego ser comidos por los humanos. ¿Vale más nuestra gula que su vida? Por su puesto que no. Vive vegano.