Oriol está creciendo a pasos agigantados. Cada día que lo vemos está más fuerte y hermoso, pero no ha perdido esa carita de bebé que tanto nos enternece. Los corderos son sacrificados con 4-5 meses de vida para servir como comida a los humanos. ¿Os imagináis matar a un ser como Oriol? Él tiene la suerte de vivir en un Santuario, pero millones de sus congéneres son cada día explotados y asesinados para satisfacer nuestro paladar. No necesitamos su carne para vivir y no podemos seguir siendo cómplices de este horror. Vive vegano.