A Oriol, que es el corderito más pequeño que vive en Fundación Santuario Gaia, aún no le han crecido los cuernos y siempre mira a sus compañeros mayores con un poco de envidia, sobre todo a Olot, que tiene unos cuernos preciosos. Así que para que no esté triste, esta mañana se ha despertado con la sorpresa de que tenía por regalo estos hermosos cuernos. Si, ya sabemos que no son unos cuernos de carnero, pero con estos tan chulos de color verde y brillantes, va a ser el cordero más molón del mundo.
❤ Oriol y todos los habitantes del Santuario os deseamos una feliz mañana de Navidad ❤