Son Eila, Mateo, Edna, Sharon, Anaís y Sephora

Hace ya más de un año que llegaron a Fundación Santuario Gaia, con apenas unos meses de vida. Se habían escapado de una explotación y estaban por la montaña. Al principio las autoridades las querían coger y sacrificar, pero se consiguió, gracias a una asociación animalista de la zona, que las cedieran al Santuario. Cogerlas tardó varias semanas, ya que era muy difícil al estar en completa libertad, pero al final con mucho esfuerzo se pudieron reunir y trasladar al Santuario.

Cuando llegaron no nos podíamos acercar a ellas, en cuanto nos veían a muchos metros, salían corriendo y se escondían en el bosque. Pero poco a poco comenzaron a confiar en nosotros y hoy son de las más cariñosas que viven aquí

Es increíble como los humanos lo arreglan todo de la manera más absurda y cruel. A ellas las querían matar, sin pensar en otras opciones. Por suerte su destino cambió y ahora viven felices y cuidadas en el Santuario, rodeadas de una gran familia de amor