Para Palma no pasan los años, cada día está más guapa. Se puede decir que gracias a ella y a sus hijos se fundó el Santuario. A Palma la rescatamos hace 8 años, estaba junto a 2 cerdos más en una finca de Valencia, donde había unos 60 perros, de los cuales murieron casi una treintena, debido a la hambruna y malnutrición. La situación era dramática, ya que 3 cerdos que vivían con ella desaparecieron, y para colmo, Palma estaba embarazada.
Nos desplazamos hasta Valencia para salvarle la vida, y a las dos semanas de estar con nosotros, tuvo a 6 preciosos bebés. Como no queríamos separarlos, buscamos un terreno más grande donde comenzar con el Santuario para que pudieran vivir todos juntos, ya que hasta entonces vivíamos en una urbanización y era inviable seguir allí con ellos.
Palma y sus hijos fueron los primeros habitantes del Santuario, y desde entonces hemos rescatado y ayudado a 1275 animales que estaban en situación de abandono, explotación o maltrato. Todos estos años Palma nunca se ha separado de sus hijos, son una familia que ha permanecido unida y feliz.