El 25 de agosto cumplirá 9 años que la rescatamos, con tan solo 25 días de vida. Su madre la aplastó sin querer al no poder moverse dentro de la jaula en la que estaba encerrada, las llamadas jaulas de cría (las parideras).
Hemos intentando todo lo que estaba en nuestras manos para que pudiera andar, pero no fue posible.
Durante mucho tiempo iba en silla de ruedas, pero al hacerse más mayor, ella ya no quiso, por eso le preparamos un espacio que nos costó mucho. Un espacio habilitado para ella, con el suelo pulido para que al arrastrarse no se hiciera daño. Pero hace unos años que ya dejó de arrastrarse. Ahora nosotros somos sus pies y sus manos, y ella sigue siendo feliz y con unas ganas enormes de vivir. Tenemos tanto que aprender de ella… 💚