Hace más de dos meses que Agustín llegó a Fundación Santuario Gaia. Durante todo este tiempo ha estado en un espacio de cuarentena, primero con el burrito Pepe y, desde hace unas semanas, en un espacio en el cual está conociendo y acostumbrándose al resto de toros y vacas del Santuario.
Hoy le hemos quitado los crotales que traía y le hemos puesto el microchip. El número de microchip está asociado al número de crotal, así todo queda registrado, pero por lo menos ya no llevará esos horribles pendientes que son un número de esclavo ?
Es muy bueno, pero se asusta con cualquier pinchazo o maniobra brusca que se haga. Por eso nos hace mucha gracia cuando los taurinos dicen que los toros no sienten dolor. Solo hay que ver como se quejan las vacas y toros del Santuario cuando tenemos que ponerles alguna inyección.
Aunque en el vídeo parece que ha sido muy fácil ponerle el microchip, hemos tardado lo nuestro y hay unas cuantas escenas que algún día las publicaremos en “tomas falsas” ?
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