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15 de mayo de 2020

Precioso momento de Izadi y Valentí junto al resto de vacas y toros

La familia del Santuario es una familia llena de mucho amor, que nos regalan momentos tan bonitos como este y que nos hace llorar de emoción. Izadi estuvo durante 12 años explotada en una granja lechera. Cada año era inseminada artificialmente para dar a luz un hijo, y que así produjera leche. En cuanto nacían sus hijos se los robaban para ser enviados al matadero, evitando de esta forma que se bebiera la leche que iban a vender para el consumo de los humanos. 

Valentí nació en una explotación ecológica para carne, su destino era el matadero a los pocos meses de nacer, pero por suerte para él, fue atropellado en la carretera que baja hacia el Santuario y lo llevamos urgentemente al veterinario cuando le encontramos. Tenía una de sus pezuñas destrozada y dividida en dos, hablamos con el ganadero y nos lo cedió. Era un bebé de pocos días de vida, al que estuvimos alimentando con biberón viviendo dentro de la casa con nosotros, para hacerle las curas diarias de su herida y así evitar que se infectara. Conseguimos recuperar su pie y lleva una vida normal.

Dos vidas que iban a terminar en un matadero degollados, y que ahora viven felices con una gran familia llena de mucho amor, viviendo en libertad y sin ser explotados.

¿Cómo puedes ayudarnos?

O para cualquier duda puedes contactar en donar@santuariogaia.org 

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