Ramón y Guillem se salvaron de las riadas del Ebro a su paso por Zaragoza, donde los ganaderos dejaron encerrados a los animales en las naves y murieron ahogados más de 10 mil. Ellos tuvieron la suerte de escapar de la granja en la que estaban y sobrevivir, así que fuimos a por ellos y desde marzo de 2015 están viviendo con nosotros en libertad.
Ellos son los jefes de los 26 cerdos que viven en el Santuario, y siempre lo controlan todo. En esta fotografía los vemos yendo al bosque a descansar.