Amalia, la ternerita que era ciega, ha sido adoptada por Ramona y deja que mame junto a su hija Zuriñe, pero eso no es todo, también ha adoptado a Henar. Para nosotros estos momentos son maravillosos. Nos alegra que las terneras puedan interactuar, conocerse y crear vínculo, pero también que Ramona sea tan generosa de cuidar y alimentar incluso a las que no ha parido.