Pedro nació en una escuela de capacitación agraria de Lleida, y como pasa siempre, cuando nacen machos son enviados al matadero.
Los estudiantes se habían encariñado con él porque lo habían visto nacer y no querían que lo mataran, así que convencieron a sus profesores para que lo cedieran al Santuario y así poderle salvar la vida.
Es el toro más alto que hay en el Santuario, pensamos que tiene gigantismo como tenía Nieves. Todo lo que tiene de grande, lo tiene de bueno, es extremadamente cariñoso.
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