Hace 9 años rescatamos a Adam porque lo iban a decapitar para hacer un ritual, evitando así que muriera de esa forma tan cruel.
Cuando llegó a Fundación Santuario Gaia se puso tan feliz que no paraba de saltar. Estaba tan emocionado jugando con Coque Fernández Abella y con Ismael López Dobarganes, los fundadores del Santuario, que les daba en las espinillas con los cuernos y los tenía llenos de moratones
Hoy es un abuelito que tiene problemas de riñón, pero como una familia, cuidamos cada día de él hasta que su cuerpo ya no pueda más.
Como veis en las fotografías, él no olvida a quienes lo salvaron, y le encanta que Ismael le de besitos y mimos
¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?
Con tu ayuda salvamos vidas
Por un mundo vegano