Esta mañana mientras Ismael López, uno de los fundadores del Santuario, terminaba de hacer el bebedero del nuevo recinto para los cerdos, Samuel no se apartaba de su lado. Se ha llevado todo el tiempo llamando su atención, dándole lametazos, hasta que Ismael ha salido a darle un fuerte abrazo y se ha puesto a saltar y a correr como el vídeo que grabamos hace unos días:
Los voluntarios del Santuario se asombran al ver el vínculo tan fuerte que tiene con él, ya que esté donde esté, cuando Ismael lo llama viene corriendo feliz. Está siempre a su lado, como si de su papá se tratara, aunque en parte es así, ya que él junto con Coque Fernández, el otro fundador del Santuario, lo criaron a biberón.
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