Liam es un cerdito, que desde que llegó a Fundación Santuario Gaia, nos ha enamorado a todos. Aunque ahora ya no es tan pequeño, sigue teniendo esa mirada entre seductora y tierna. Y sigue siendo igual de cariñoso que cuando era un bebé.
Llegó hace casi dos años, proveniente de una granja. Nació con un problema en sus piernas que le impedía estar de pie al tenerlas muy separadas. En las granjas es habitual corregir este defecto uniendo las dos piernas con cinta aislante. Al ir creciendo y no quitarle la cinta, se le clavó en la carne, lo que le provocó una infección y tuvieron que amputarle el pie, seguramente sin anestesia, como hacen también cuando les amputan la cola, algo que a él también se le ha hecho.
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