El lunes cuando llegamos con Sebastien al Santuario, tuvimos varios sustos con él, porque estaba muy débil y algunas veces no reaccionaba a los estímulos.
Pasó todo el día en la enfermería con tratamiento y acompañado. Al hacerle otra revisión en profundidad y por su comportamiento a la hora de comer, nos hemos dado cuenta que no tiene más de un mes y medio.
Después de haber pasado su primera noche junto a Ismael, ayer por la mañana estaba con más fuerza y animado, incluso a comenzado a comer solo, ya que el lunes lo teníamos que hacer con una jeringa, no podíamos arriesgarnos con el biberón porque tardan en aprender y tenía que comer sí o sí. Le encantan los potitos de fruta, así que tenemos que hemos llenado la despensa de potitos para nuestro niño.
Otra buena noticia es que ya hace las cacas perfectamente, y ya ha elegido un sitio donde hacerlas. Con lo pequeño que es, y es más limpio que muchos humanos.