Ayer Berta terminó su estancia de un mes de voluntariado. Un tiempo en el que los habitantes humanos y no humanos del Santuario han podido disfrutar de sus cuidados.
En esta fotografía la vemos cuidando a la pequeña Matilde y a Celia, con las que siempre ha tenido una especial atención.
No llevamos ni 24 horas sin ti y ya te echamos de menos, aunque estamos contentos de saber que continuarás como voluntaria eventual 🙂
Te queremos Berta <3
Por un mundo vegano