Cada año las hembras en las explotaciones son inseminadas para dar a luz y comercializar con sus hijos y con la leche que ellas producen para poder alimentarlos.
El queso de cabra que tanto te gusta, está hecho con leche que tenía que servir para alimentar a unos cabritos, pero esos cabritos son enviados al matadero para saciar nuestra ansia de sangre y carne.
¿Te imaginas quedarte embarazada cada año y que te quiten a tus hijos siempre? ¿Y estar con una tristeza que invade toda tu alma y te come tan a una máquina para quitarte la leche que tenía que alimentar a tus hijos?
Hay dos maneras de vivir, una es contribuyendo con todo este sufrimiento y muerte, y la otra es eligiendo no contribuir con ello, uniéndote al camino del AMOR.Yo elijo AMAR, ¿Y TÚ?