Samuel, hoy hace un año que te fuiste y dejaste un vacío muy grande en el Santuario. Animales humanos y no humanos estuvimos durante muchos meses muy tristes. Aún cuando vienen las vacas y los toros de vuelta por la noche, muchas veces se nos siguen saltando las lágrimas porque te buscamos entre ellos, y cuando recordamos que ya no estás, se nos parte el alma.
Desde que te fuiste, Tina, Isaac y Pedro no han vuelto a ser los mismos, y en todo el Santuario la sensación es como si de repente volvieras a aparecer, aunque todos tenemos algo de ti porque nos enseñaste mucho, sobre todo nos enseñaste lo que es ser compasivo, y el verdadero significado de la palabra AMOR.
Coque e Ismael siguen llorando cada vez que se habla de tí, y es que son tus padres, y el dolor que ellos sienten es muy grande. Muy prontito la historia de tu vida será más conocida, ya sabes lo cabezota que es el papi Ismael, y al final ha escrito un libro que va a hacer que sigas vivo, y que muchos que no te conocieron, al conocerte cambiarán sus vidas.
Sigue cuidando de todos nosotros como lo hacías cuando estabas aquí, y por favor, recibe a todos los que nos van dejando, aunque no hace falta que te lo digamos, seguro que ya lo haces.
Desde hoy, cada año recordaremos este día, el 30 de agosto, como EL DÍA DE SAMUEL, un día en el que celebraremos que muchos animales son rescatados y NACEN DE NUEVO.
UN DÍA VOLVEREMOS A ABRAZARNOS, TE QUEREMOS SAMUEL
I am
