De Ismael López, co-fundador de Santuario Gaia: “Hay momentos en el Santuario que me llenan el alma a rabiar. Algunas noches después de dar las cenas, me quedo unos 10 minutitos en el recinto donde duermen las ovejas, cabras y Samuel. Mientras estoy con ellos les canto una nana por sevillanas que es muy bonita y siempre viene David que con su cuello rodea el mío, mientras Vero y Rubén se empujan para subirse encima mía. Fabiola y Belén me empujan a mí para que las acaricie, lo mismo que Helena y Samuel. Pero lo que ayer me emocionó mucho, fue ver que por primera vez se acercaba Josefina, que estuvo todo el tiempo rozándose conmigo y mientras le cantaba la acariciaba.
De verdad que mientras más convivo con ellos más me cuesta entender que se les explote, que no se tengan en cuenta sus sentimientos. Son cariñosos, curiosos, sensibles, nobles, inocentes, confiados, y sobre todo aman la vida, porque al igual que nosotros quieren vivir, y hacerlo en libertad sin ser explotados ni asesinados.
Estos momentos son los que me cargan las pilas para seguir luchando, porque nunca, nunca nunca, dejaré de luchar por ellos, hasta que la vida se me vaya, la dedicaré a esta gran lucha.”
Por un mundo vegano