Así de felices empezamos las mañanas en el Santuario cuando vemos a nuestros rescatados.
Los pequeños Eros, Gisela y Queenz se vuelven locos de alegría cuando ven a su papo Ismael, pero es que él se vuelve más loco aún cuando ve todo el cariño que le tienen.
Llegaron con pocos días de vida al Santuario porque iban a ser asesinados, pero ahora ya casi están más grande que nosotros. Están en el espacio de adaptación de los cerdos para que se vayan conociendo con los demás, y que así pronto puedan vivir junto al resto de cerdos del Santuario.