Así es la hora del desayuno de Ramona y sus tres hijas. Nunca nos cansaremos de contar como es la relación que tiene Ramona con las tres terneritas. La única que es su hija biológica es Zuriñe, a Henar y a Amalia las ha adoptado como si fueran sus hijas. Este comportamiento demuestra que el instinto maternal de las vacas es muy fuerte y que no solo puede querer a sus propios hijos. Comprendiendo esto, os podéis imaginar el sufrimiento que deben pasar las madres cuando les arrebatan a sus bebés para enviarlos al matadero. Si nos ponemos en su piel seguro que llegaremos a empatizar con ellas, ampliando nuestro circulo de compasión