La vida de Ramona y sus hijas en Fundación Santuario Gaia transcurre plácidamente. Para ellas estar juntas es el mejor regalo de Navidad que pueden tener; sobre todo para Henar y Amalia que no tienen madre y porque Ramona las ha adoptado como si fueran sus hijas. Las 4 forman una familia preciosa que nadie nunca separará.
También nos alegra muchísimo lo grande y sana que está Zuriñe. A la semana de nacer se puso muy enferma y llegamos a pensar que no sobreviviría, pero ella nos demostró que es muy fuerte y superó su enfermedad. A pesar de ser la más pequeña de edad de las tres, ha crecido tanto que ahora es la más grande y cada día se parece más a su madre.