Victoria es una poni que trajimos desde Alicante porque un feriante la había tenido esclavizada toda su vida para que los niños se montasen sobre ella, y al hacerse mayor la ató a poste, dejándola en un grave estado de abandono, produciéndole atrofia en sus extremidades.
Cuando llega el invierno ella camina más lenta debido al frío, por eso duerme en un lugar más calentita y con medicación. Siempre tenemos muy en cuenta que sus manos las tiene que tener bien arregladas para que camine mejor.
Es una de las abuelitas del Santuario, que tiene una luz muy especial. Cuando nos ve nos saluda contenta y disfruta mucho cuando se le dicen palabras bonitas al oído mientra se le acaricia. Le encanta revolcarse y es un momento que disfrutamos mucho al verla, porque parece una jovenzuela.