Cada día son más los humanos que deciden ampliar su círculo de compasión hacia el resto de animales, llevando una alimentación 100% vegetariana libre de sufrimiento animal.
Los que decidimos llevar esta nueva vida respetuosa con los demás seres, preferimos verlos correr disfrutando de su vida, que muertos en un plato.
Porque el placer de nuestro paladar no es más importante que sus vidas.
En la imagen vemos a Ramón, un refugiado de Santuario Gaia que se salvó de las riadas del Ebro a su paso por Zaragoza, donde los ganaderos dejaron encerrados a los animales para que murieran y así podar cobrar las indemnizaciones. Murieron más de 10 animales ahogados encerrados en las granjas.
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