Hemos extraído sangre a todas las ovejas y corderos que llegaron del decomiso de Murcia, para hacerles unas analíticas generales, y volver a repetir las pruebas de brucelosis y así quedarnos mucho más tranquilos.
La de la fotografía es Celestina, la oveja más mayor de todas las que han venido. Está muy delgada, y en la revisión hemos visto que no tiene ni un solo diente, además de tener cataratas.
Como no puede comer con normalidad, a ella le damos de comer a parte, un pienso que molemos en el Santuario, para que así pueda alimentarse bien y comience a recuperar peso.
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