Su madre iba a venir al Santuario porque la enviaban al matadero, pero conseguimos convencer al ganadero para que no lo hiciera de inmediato y esperara a que tuviésemos el vallado preparado. Tres días antes de la fecha prevista de su llegada al Santuario, dio a luz a David y a otro más que murió al nacer, y a las pocas horas murió ella también.
El ganadero nos avisó al día siguiente por la noche de lo sucedido. A las 4 de la madrugada nos fuimos rápidamente a por él. Fue todo tan rápido y con tanta preocupación por salvarlo, huérfano y sin haber comido aún nada, que no vimos que no teníamos gasolina y nos quedamos a mitad del camino.
Miguel y Geraldine fueron a por él y nos recogieron por el camino, trayéndonos al Santuario y le dimos rápidamente su primer biberón. Desde el primer momento supimos que iba a ser muy travieso, porque su cara ya lo decía 🙂
Hoy te queremos pedir perdón por no haber podido llegar a tiempo para rescatar a tu madre y así también a tu hermano. Desde entonces sabemos que hay que actuar muy rápido, aunque a veces no se tengan las instalaciones preparadas por falta de medios económicos.
Gracias por este año que nos has regalado junto a ti, un año de muchas risas por tus travesuras, pero también de muchas preocupaciones, así que relájate un poquitín 😉
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