Cada vez que le rellenamos de agua la charquita donde se refresca, Javi se acerca para beber directamente del chorro de agua. Le encanta hacer esto y disfruta con el agua fresca.
A los cerdos les encanta el agua, revolcarse en el barro y que les duchen, porque como no transpiran por la piel es su manera de bajar la temperatura y estar más frescos. Son animales muy limpios y siempre hacen sus necesidades en un lugar en concreto, nunca donde duermen o comen.
En las granjas no pueden disfrutar de estos pequeños placeres ya que viven hacinados y rodeados de sus excrementos, lo que les causa gran estrés y sufrimiento.
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