Milagros es una de las ovejas más tiernas que viven en el Santuario, y también una de las que tienen una historia más triste. Le pusimos ese nombre porque era un milagro que estuviera viva. La encontraron en un contenedor de basura con horribles heridas por todo el cuerpo producidas por mordeduras de perros. Como podéis ver, le faltan las orejas debido a los mordiscos.
Pero ese pasado no ha podido con la inocencia y ternura que tiene, ha vuelto a confiar en los humanos y siempre nos busca para recibir caricias. Es sorprendente la capacidad que tienen los animales de perdonar, algo que deberíamos aprender los humanos.