Él es Lliure, uno de los cinco pavitos que metieron en una bolsa para tirar a la basura.
De los cinco pavitos solo han sobrevivido tres, ya que los demás tuvieron problemas en sus extremidades, que es lo que suele pasar con esta raza de pavos que han sido seleccionados genéticamente para que crezcan muy rápido y así ser enviados cuanto antes al matadero para servir como alimento a los humanos.
Al igual que pasa con los pollos broilers, la selección genética ha hecho de ellos unos monstruos, que siendo aún unos bebés sus cuerpos son de adultos, cuerpos que sufren esta selección y los condena a tener problemas de salud el tiempo que viven.
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