Desde que rescatamos a Paola hemos estado muy preocupados por ella porque come muy poco, pero ya ha comenzado a comer mejor y eso nos anima mucho. Hay que pensar que aunque su tamaño sea grande, es porque ha estado en una granja de engorde, pero es tan solo una bebé de 6 meses, que lo que debería estar haciendo es jugar con sus hermanos y estar junto al calor y amor de su madre.
Desde que nació, lo único que ha conocido es el maltrato y el sufrimiento. Solo ha escuchado gritos, la separaron de su madre y que la llevaran a una granja con cientos de cerditos gritando como ella.
Un día le partieron la columna y desde entonces dejó de caminar, y cuando llegó el momento en el que han de meter a todos esos bebés de 6 meses en un camión para asesinarlos en un matadero, al ver que ella no podía andar, la lanzaron fuera de la granja y la dejaron malherida, sola, sin agua ni comida, pasando la noche a oscuras sin escuchar a sus compañeros ni a sus hermanos, con frío y dolor. Pero la vida tenía algo bueno para ella, de repente al día siguiente, aparecen unos humanos que le hablan con un tono diferente, con cariño, la tapan para que no pase frío, la cuidan, la aman, LA SALVAN