Estamos muy contentos y emocionados porque desde hace tres días Silvia ya sale a pastar a los prados grandes que están junto al río con los demás habitantes. Se nos cae la baba observando cómo cada día está más integrada en la familia y como está disfrutando de su nueva vida. Le ha costado mucho adaptarse porque después de que la atacaran unos perros y unos humanos se compadecieran de ella, estuvo más de un año en el que solo ha convivido con humanos, por lo que le ha costado mucho integrarse a esta gran familia. Pero como son tan cariñosos y adorables, al final Silvia no se ha podido resistir a sus encantos.